- Infección crónica por virus de hepatitis B (VHB) o por virus de hepatitis C (VHC). Son responsables del 78% de los casos de cáncer primario de hígado.
- Cirrosis. La progresión del daño en el tejido del hígado suele desembocar en cáncer.
- Acumulación de grasa en el hígado o esteatosis hepática. Está ligada a la obesidad y se ha comprobado que incrementa notablemente las posibilidades de desarrollar cáncer de hígado.
- Alcohol. La ingestión excesiva de alcohol, sobre todo por tiempo prolongado, lleva al desarrollo de cirrosis hepática alcohólica que puede llegar a cáncer de hígado.
- Enfermedades hepáticas hereditarias como la hematocromatosis y la deficiencia de alfa-1-antitripsina. La hematocromatosis genera un depósito elevado de hierro en el hígado, y la deficiencia de alfa-1-tripsina genera una degradación anormal de los tejidos del hígado y fibrosis por no permitir el efecto protector que da la alfa-1-tripsina contra otras enzimas, que bajo ciertas circunstancias de inflamación degradan el tejido.
- Esteroides anabólicos. El uso de esteroides anabólicos por largo tiempo incrementa el riesgo de desarrollar cáncer hepático.
- Diabetes puede incrementar el riesgo de cáncer hepático, especialmente en aquellos bebedores crónicos de alcohol o que tienen hepatitis virales crónicas.
Si tienes dudas, te podemos ayudar: TEL. 555 6634 886