La hepatitis D, también conocida como hepatitis Delta, es una infección hepática causada por el virus de la hepatitis D (VHD). Descubierto por Mario Rizzetto en 1977 en el hígado de pacientes con hepatitis B crónica, este virus presenta características únicas y desafíos significativos para la salud pública.
Descubrimiento y Características Fundamentales
La característica principal de la hepatitis D es que solo ocurre en personas que también están infectadas con el virus de la hepatitis B (VHB). Aunque es el virus más pequeño que infecta a los humanos, el VHD es demasiado pequeño para codificar su propia polimerasa, por lo que utiliza la polimerasa de ARN del huésped para su replicación.
Un Virus Intrigante: VHD y su Ciclo de Vida
Requiere la presencia del virus de la hepatitis B para su replicación. La infección por hepatitis D puede ser aguda o crónica, y afecta a casi el 5% de las personas con infección crónica por VHB. Las poblaciones con mayor probabilidad de tener coinfección incluyen a poblaciones indígenas, receptores de hemodiálisis y personas que se inyectan drogas.
Gravedad y Complicaciones: La Realidad de la Hepatitis D
La infección por hepatitis D se considera la forma más grave de hepatitis viral crónica debido a su progresión más rápida hacia la muerte relacionada con el daño hepático y el carcinoma hepatocelular.
Prevención y Esperanza: La Importancia Vital de la Vacunación contra la Hepatitis B
Sin embargo, es importante destacar que la inmunización contra la hepatitis B puede prevenir la infección por hepatitis D, ya que el VHB es necesario para la replicación del virus de la hepatitis D. La vacunación contra la hepatitis B emerge como una herramienta vital en la prevención de esta enfermedad grave.