Alrededor del 10 al 20% de las personas que abusan en el consumo de alcohol pueden desarrollar cirrosis, sin embargo el alcohol no es la única causa para padecer esta enfermedad hepática.
En la cirrosis, se sustituye de forma permanente gran parte del tejido hepático normal por un tejido cicatricial (fibrosis hepática), incapaz de realizar función alguna.
5 complicaciones a causa de la cirrosis
- Encefalopatía hepática: la funcionalidad cerebral se puede deteriorar debido a que el hígado dañado no es capaz de eliminar los residuos tóxicos de la sangre.
- Hipertensión portal: la vena que transporta la sangre desde el intestino al hígado puede estrecharse o bloquearse, lo que aumenta la presión de la sangre en su interior. La hipertensión portal causa o contribuye a la ascitis, a las hemorragias digestivas, al aumento del volumen del bazo y, a veces, a la encefalopatía portosistémica.
- Hemorragias digestivas: las venas del esófago y el estómago se dilatan, y pueden sangrar debido a la hipertensión portal .
- Insuficiencia hepática: el hígado cada vez es menos capaz de desempeñar su cometido, lo que da a lugar a muchas complicaciones y con frecuencia, a un mal estado de salud en general hasta llegar a la muerte.
- Esplenomegalia: la hipertensión portal hace que el bazo aumente su volumen, atrapando y destruyendo más glóbulos blancos y plaquetas de lo normal. Esto provoca riesgo de infecciones y hemorragia.
¿Cómo puedes evitar complicaciones a causa de la cirrosis?
- Lleva un estilo de vida saludable
- Haz ejercicio
- Come sanamente
- Sigue las indicaciones de tu médico especialista
- Realiza estudios hepáticos por lo menos una vez al año para diagnosticar problemas en el hígado cuando todavía se pueden tratar