Hepatitis C en el embarazo y prevención de la transmisión vertical

La hepatitis C (VHC) es una infección que afecta a millones de personas en todo el mundo, y el embarazo representa un momento crucial para prevenir la transmisión vertical del virus, es decir, de madre a hijo. A continuación, se detallan las recomendaciones para el diagnóstico y manejo del VHC durante el embarazo, un tema de gran relevancia en la salud pública neonatal.

🔬 Escrutinio de hepatitis C en el embarazo

Como parte de los cuidados prenatales, se recomienda que todas las mujeres embarazadas sean tamizadas para detectar hepatitis C mediante la prueba de anticuerpos anti-VHC en cada embarazo (grado de recomendación IIb, C). Esta medida permite la identificación temprana de la infección y la implementación de estrategias para reducir los riesgos asociados.

Además, el escrutinio debe realizarse desde la primera visita prenatal (grado IIb, C), ya que un diagnóstico temprano es fundamental para el seguimiento adecuado de la madre y la reducción de riesgos para el feto. Para aquellas mujeres en edad reproductiva que ya han sido diagnosticadas con infección por VHC, se recomienda iniciar la terapia antiviral antes de concebir (grado I, B), dado que actualmente no se recomienda el tratamiento durante la gestación.

🧪 Seguimiento del VHC durante el embarazo

Una vez diagnosticada la hepatitis C durante el embarazo, no existe suficiente evidencia científica que respalde el tratamiento antiviral en este periodo, por lo que se sugiere aplazar el inicio del tratamiento hasta después del parto (grado II, C). Aunque el tratamiento con antivirales de acción directa ha demostrado ser muy efectivo en otros contextos, los estudios sobre su uso en mujeres embarazadas son limitados, y se prefiere garantizar la seguridad de la madre y el bebé.

En casos donde sea necesario realizar pruebas prenatales invasivas —como amniocentesis, toma de vellosidades coriónicas o toma de sangre fetal— se recomienda optar por amniocentesis siempre que sea posible, y evitar las otras dos pruebas para minimizar el riesgo de transmisión del virus (grado II, B). Estas pruebas pueden aumentar las posibilidades de que el virus se transmita al feto, por lo que se prioriza la opción más segura.

🩺 Prevención de la transmisión vertical

Otro aspecto importante en el manejo del embarazo en mujeres con VHC es evitar el monitoreo fetal invasivo durante el parto, ya que este procedimiento puede incrementar el riesgo de transmisión del virus al bebé. Asimismo, se sugiere evitar la episiotomía y, en la medida de lo posible, minimizar la ruptura prolongada de membranas, pues ambas condiciones también están asociadas con un mayor riesgo de transmisión materno-fetal.

El VHC rara vez se transmite durante el embarazo de forma natural, pero en casos de infección crónica no tratada o sin las precauciones adecuadas, el riesgo aumenta. Por ello, la coordinación entre los profesionales de la salud para garantizar un cuidado prenatal adecuado es fundamental.

⚕️ La importancia de un enfoque integral

La detección y seguimiento de la hepatitis C en mujeres embarazadas es esencial no solo para la salud de la madre, sino también para la del recién nacido. A pesar de que el tratamiento durante el embarazo no está recomendado, el seguimiento continuo y la implementación de medidas preventivas pueden reducir significativamente las posibilidades de transmisión vertical del virus.

Además, para aquellas mujeres con VHC que planean un embarazo en el futuro, se recomienda que completen el tratamiento antiviral antes de concebir. Con los avances en el tratamiento de la hepatitis C, que ha permitido la cura en un gran porcentaje de pacientes, las mujeres con VHC tienen la oportunidad de planificar embarazos más seguros, libres del riesgo de transmisión.

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