Numerosas Condiciones Pueden Aumentar el Riesgo de Enfermedad del Hígado Graso | FundHepa

La enfermedad del hígado graso no alcohólico (EHGNA) es una condición en la que se acumula grasa en el hígado de personas que consumen poco o nada de alcohol. Esta condición se ha convertido en una de las enfermedades hepáticas más comunes en los Estados Unidos, afectando hasta al 20% de los adultos estadounidenses. Este incremento se asocia con las crecientes tasas de obesidad.

¿Qué es EHGNA?

El hígado desempeña funciones vitales, como procesar los alimentos y bebidas en energía y nutrientes, y filtrar sustancias dañinas de la sangre. En el caso de EHGNA, la grasa se acumula en el tejido hepático. Aunque la mayoría de las personas con EHGNA no presentan síntomas, algunas pueden experimentar síntomas no específicos.

Riesgos y Complicaciones

El exceso de grasa en el hígado puede causar inflamación y cicatrización (fibrosis). La forma más grave de EHGNA, llamada esteatohepatitis no alcohólica (EHGNA), puede provocar daño hepático severo, insuficiencia hepática o cáncer de hígado en un pequeño porcentaje de personas. La cicatrización puede endurecer el hígado y afectar su funcionamiento, una condición conocida como cirrosis.

Diagnóstico

EHGNA puede ser descubierto a través de análisis de sangre que muestren elevación en ciertas enzimas hepáticas. Los médicos pueden ordenar pruebas adicionales para descartar otras causas de enfermedad hepática y realizar procedimientos de imagen (como ultrasonido, tomografía computarizada o resonancia magnética) para confirmar la presencia de grasa en el hígado. También puede recomendarse una biopsia hepática para examinar signos de inflamación y cicatrización.

Factores de Riesgo

Varios factores y condiciones pueden aumentar el riesgo de desarrollar EHGNA, incluyendo:

  • Obesidad
  • Colesterol alto
  • Diabetes tipo 2
  • Desnutrición
  • Pérdida de peso rápida
  • Uso de ciertos medicamentos (como corticosteroides)
  • Exposición a ciertas toxinas y productos químicos

Tratamiento y Prevención

Aunque no existe un tratamiento específico para EHGNA, la pérdida de peso puede mejorar y, en algunos casos, revertir la enfermedad. Perder peso mediante dieta y ejercicio, o con la ayuda de cirugía bariátrica, puede prevenir daños adicionales al hígado. Es importante que la pérdida de peso sea gradual, no más de unos pocos kilos por semana, ya que perder peso demasiado rápido puede empeorar la condición.

Recomendaciones Dietéticas y de Estilo de Vida

  • Dieta: Consumir frutas, verduras y granos enteros, y limitar el colesterol y las grasas saturadas.
  • Ejercicio: La actividad física vigorosa puede reducir el daño del hígado graso. Las directrices gubernamentales recomiendan al menos 150 minutos semanales de actividad física moderada o 75 minutos de actividad física vigorosa.
  • Evitar el alcohol y el uso innecesario de medicamentos: Seguir las instrucciones de los medicamentos y evitar exceder las dosis recomendadas, especialmente con medicamentos como el acetaminofén, que puede dañar el hígado si se toma en exceso.

Manejo de Condiciones Concomitantes

Es crucial que las personas con diabetes, colesterol alto u otros problemas médicos que contribuyan a EHGNA trabajen con su médico para mantener estas condiciones bajo control, lo que a su vez ayudará a manejar EHGNA.

¿Quieres saber si estás en riesgo de tener cáncer de hígado?