Cuando tu tratamiento contra el cáncer termina, debes seguir realizando pruebas para asegurar que el cáncer no ha regresado, a esto se le llama atención de seguimiento. Esta puede incluir exámenes físicos regulares, análisis médicos, o las dos.
El cáncer puede volver a aparecer porque pequeñas áreas de células cancerosas pueden permanecer sin ser detectadas. Con el tiempo, estas células pueden aumentar en cantidad hasta que aparecen en los resultados de las pruebas o hasta que causan síntomas.
Durante el seguimiento, un médico que está familiarizado con tus antecedentes médicos hará preguntas específicas sobre tu salud.
Algunas veces se realizan análisis de sangre o pruebas por imágenes, dependiendo del tipo y estadio del cáncer diagnosticado originalmente y de los tipos de tratamiento que fueron utilizados.