La hepatitis B es la inflamación del hígado causada por el virus de la hepatitis B.
Es una infección peligrosa porque el 10% de los pacientes que adquieren el virus no lo eliminan y padecerán hepatitis crónica.
En zonas de alta endemicidad, la hepatitis B se transmite por lo general de la madre al niño durante el parto (transmisión perinatal) o de modo horizontal en el entorno doméstico (por exposición a sangre infectada), en particular de niños infectados a niños sanos durante los primeros cinco años de vida.
La cronificación es muy común en los lactantes infectados a través de su madre y en los menores de 5 años. La transmisión de la enfermedad de la madre al niño es más frecuente si la madre tiene una carga elevada de VHB. Si no se adoptan medidas de prevención, el riesgo de transmisión de la madre al niño oscila entre el 70% y el 90% cuando la madre ha dado positivo en las pruebas del antígeno e (HBeAg) del virus de la hepatitis B (que indica por lo general una carga más elevada de VHB).
La transmisión se puede producir también a través de pinchazos, tatuajes, perforaciones y exposición a sangre o líquidos corporales infectados como la saliva, el semen y el flujo vaginal y menstrual. También puede haber transmisión por vía sexual, sobre todo en los hombres sin vacunar que tienen relaciones homosexuales y en los individuos heterosexuales que tienen varias parejas sexuales o contacto con profesionales del sexo.
La infección en la edad adulta se cronifica en menos del 5% de los casos, mientras que en los lactantes y los niños pequeños esta proporción es del 95%. El virus también puede transmitirse al reutilizar agujas y jeringas en centros sanitarios o al consumir drogas inyectables. Además, se puede contraer la infección durante procedimientos médicos, quirúrgicos y dentales, al tatuarse o con el uso de cuchillas de afeitar y objetos similares que estén contaminados con sangre infectada.
El virus de la hepatitis B puede sobrevivir fuera del organismo por lo menos 7 días. Durante este periodo puede infectar si penetra en el organismo de una persona no vacunada. El periodo medio de incubación del virus de la hepatitis B es de 75 días, pero puede oscilar entre 30 y 180 días. El virus, que puede detectarse entre 30 y 60 días después de la infección, puede persistir y dar lugar a una hepatitis B crónica.
Es el tipo de Hepatitis más común.
El VHB es 100 veces más infeccioso que el VIH.
Se estima que 350 millones de personas en el mundo viven con Hepatitis B crónica.
En México se estima que 1.7 millones de personas han tenido contacto con el VHB.
Si no se trata, esta enfermedad puede causar muertes, principalmente por cirrosis y cáncer de hígado.
La Hepatitis B se detecta con una prueba de sangre. Es importante realizarla si tienes factores de riesgo.
Existe tratamiento para disminuir los efectos del virus y que no avance daño al hígado.
Existe una vacuna segura contra la Hepatitis B.
Entre seis semanas a seis meses después de que se adquiere la infección, pueden haber síntomas de hepatitis aguda como:
- Cansancio.
- Falta de apetito.
- Color amarillo de la piel y la parte blanca de los ojos.
Aunque el médico debe evaluar cada caso en particular, en términos generales no hay un tratamiento específico contra la hepatitis B aguda. Las medidas se centran en mantener el bienestar y el equilibrio nutricional del paciente y la reposición de líquidos perdidos en caso de vómitos y diarrea.
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