Existen 2 tipos de infecciones:
La aguda puede aparecer de manera repentina con síntomas muy definidos o fuertes, mientras que también puede desaparecer rápidamente.
La crónica puede persistir durante mucho tiempo, incluso décadas. Si no se trata una enfermedad crónica del hígado ésta a la larga puede dañar gravemente a tu hígado, llegando al cáncer de hígado. En este caso la única forma de tratar la infección es con un trasplante hepático.
Consulta a tu médico si padeces alguna enfermedad hepática aguda o crónica, o si crees estar en riesgo de padecer alguna infección.
Lee nuestros informativos sobre el hígado para saber más de este importante órgano:
Cuida a tu hígado así:
