Los padres y familiares cercanos participan activamente en el cuidado de sus hijos y juegan un papel importante y determinante en la detección de enfermedades a tiempo. Sobre todo si hablamos de enfermedades que están directamente relacionadas con el hígado, y que de no ser tratadas, podrían tener graves consecuencias para la salud del infante.
Los signos que podrían indicar un problema hepático son:
Bebés
- El bebé nace pequeño y/o no crece adecuadamente.
- Ictericia más allá de la segunda semana de vida.
- Deposiciones grises o incoloras.
- Distensión abdominal o «panza».
- No progresa en el desarrollo psicomotor.
Niños y niñas
- Varios episodios de ictericia que no desaparecen al cabo de un mes de haberse diagnosticado la hepatitis por primera vez.
- Que presente episodios de somnolencia y alteración del ciclo del sueño.
- Que esté desorientado.
- Mucho picor en diferentes partes del cuerpo.
- Frecuentes hemorragias nasales y en las encías.
- Vómitos con sangre y heces negras.