Es la acumulación de líquido en la cavidad abdominal.
La ascitis es común en personas con cirrosis descompensada.
En 3 de cada 4 casos es secundaria a la cirrosis hepática y puede alertar a que un paciente necesite un trasplante de hígado.
Es causada por la presión elevada en los vasos sanguíneos del hígado (hipertensión portal), y una disminución de la función hepática por la cicatrización que se produce en el hígado, es decir, la cirrosis.
Aproximadamente un 80% de personas que tienen cirrosis avanzada desarrollan ascitis.
Otras enfermedades como la insuficiencia cardíaca, la insuficiencia renal, una infección o un cáncer también pueden causar ascitis.
Algunas personas también desarrollan edema en los tobillos y dificultad para respirar debida a la acumulación de líquido alrededor de los pulmones.
Actualmente existen tratamientos y signos de prevención contra este padecimiento. La alimentación individualizada y un buen seguimiento médico pueden ayudar al paciente a estar lo mejor posible.
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Para más información sobre enfermedades que pueden causar ascitis lee nuestro informativo de cirrosis.