La hepatitis A es la inflamación del hígado causada por el virus de la Hepatitis A. Es la hepatitis viral más frecuente y benigna.
El virus de la hepatitis A se transmite por ingestión de alimentos y agua contaminados, o por contacto directo con una persona infectada por el virus.
El VHA se transmite principalmente por vía fecal-oral, es decir, cuando una persona no infectada ingiere alimentos o agua contaminados por las heces de un individuo infectado. En las familias, esto puede ocurrir a través de la suciedad de las manos de la persona encargada de cocinar. La transmisión hídrica no es frecuente; cuando ocurre, suele estar relacionada con la contaminación por aguas residuales o el abastecimiento de agua insuficientemente tratada.
El contagio también se puede producir por contacto físico estrecho con una persona infectada —por ejemplo, por mediante el sexo bucoanal—, pero no se propaga por contactos ocasionales.
Este virus puede causar epidemias prolongadas y pérdidas económicas sustanciales.
Una vacuna segura y efectiva está disponible para prevenir la hepatitis A.
1.4 de millones de casos se registran en el mundo cada año.
Una proporción muy pequeña de personas infectadas con hepatitis A podría morir de hepatitis fulminante.
En México se estima que el 90% de personas la han tenido o han estado en contacto con el virus.
Casi todos se recuperan completamente de la hepatitis A con una inmunidad de por vida.
El suministro seguro de agua, la seguridad alimentaria, el saneamiento mejorado, el lavado de manos y la vacuna contra la hepatitis A son las formas más efectivas de combatir la enfermedad.
Los síntomas suelen ser indistinguibles de los que caracterizan a otras enfermedades hepáticas, pueden incluir:
- Cansancio.
- Falta de apetito.
- Fiebre (generalmente no mayor de 38.5° C).
- Náusea.
- Dolor o incomodidad en el abdomen.
- Dolor de articulaciones.
- La piel y la parte blanca de los ojos se ponen de color amarillo (ictericia).
- La orina es oscura (coluria).
No hay tratamiento específico contra el virus sin embargo, el organismo elimina al virus eficientemente en la mayoría de los casos y la enfermedad se resuelve en aproximadamente tres a seis semanas.
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