Hepatitis

La hepatitis es la enfermedad en la que el hígado se inflama y al estar inflamado, no funciona correctamente.

Existen varias causas de hepatitis, las más frecuentes son:

  • Infecciones por virus:
  • Infecciones por bacterias u hongos
  • Sustancias tóxicas
  • Medicamentos
  • Hepatitis alcohólica
  • Hepatitis autoinmune. Por alteración en el sistema inmunológico o de defensa, el propio organismo produce anticuerpos que atacan a las células del hígado.
  • Acumulación de grasa en el hígado. También llamada esteatosis, se encuentra en personas con obesidad y otras enfermedades del metabolismo como la diabetes y el colesterol alto. En algunas personas la esteatosis puede llevar a la inflamación del hígado llamada esteatohepatitis.

La inflamación del hígado puede ser aguda o crónica. Si se resuelve en menos de 6 meses, como generalmente sucede con las hepatitis A, E, hepatitis por alcohol, por medicamentos o por sustancias tóxicas, la llamamos hepatitis aguda. Cuando el hígado está inflamado persistentemente, más de seis meses, se le llama hepatitis crónica. En este tipo de hepatitis es común que no se presenten síntomas y por lo tanto suele diagnosticarse hasta muy avanzada la enfermedad cuando el hígado ya presenta daños como fibrosiscirrosis y hasta cáncer de hígado.

Las hepatitis que suelen ser crónicas son: la hepatitis autoinmune, la esteatohepatitis y las causadas por el virus de la hepatitis B y C cuando no se detectan y se tratan oportunamente.

Afortunadamente, en la actualidad es posible prevenir algunos tipos de hepatitis mediante vacunas (hepatitis A y hepatitis B) y modificando factores de riesgo. También es posible tratar las hepatitis crónicas para evitar que el daño del hígado avance pero para eso es necesario detectarlas en etapas tempranas; por eso, se le recomienda a las personas que presenten algún factor de riesgo para tener hepatitis que se hagan las pruebas para saber si la tienen.

Factores de riesgo generales para inflamación del hígado o hepatitis

• Si has recibido transfusión de sangre, plasma, plaquetas o albúmina antes de 1994.

• Si se sospecha que recibiste algún producto derivado de la sangre por una cirugía practicada antes de esa fecha.

• Si te has hecho tatuajes o perforaciones.

• Si has tenido relaciones sexuales de riesgo.

• Si has consumido alimentos o agua contaminados

• Si tienes problemas de colesterol o triglicéridos altos.

• Si eres obeso/a.

¿Quieres saber si estás en riesgo de tener cáncer de hígado?